jueves, 26 de julio de 2007

Oscar, el gato que predice la muerte

Publicado en la revista "New England Journal of Medicine", Jueves 26, 2007,
por el Dr. David. M. Sosa.


El gato Oscar se despierta de su siesta, abriendo un ojo para inspeccionar su reino. Sobre el escritorio de la zona de los doctores, echa un vistazo a las dos alas del hospital que albergan los pacientes con demencia avanzada. Todo esta tranquilo en el frente occidental y oriental. Lentamente, se levanta y estira su cuerpo de dos años, primero hacia atrás y luego hacia delante.

Luego se sienta y medita su siguiente movimiento.

A la distancia, se aproxima un residente. Es el Sra. P. que ha vivido en la unidad de el tercer piso de la unidad de demencia en los ultimos tres años. Hace mucho tiempo que ha olvidado su familia, a pesar de que ellos la visitan casi diariamente. Un poco desprolija despues de su almuerzo, la mitad de este sobre su ropa, la Sra. P camina ahora sin rumbo fijo. Oscar
pasa al lado de ella.
...

Oscar continua por el pasillo hasta que llega al final y a la habitacion 310. La puerta esta cerrada, asi que Oscar se sienta y espera. Hoy tiene importantes cosas que hacer alli. Veinticinco minutos despues la puerta se habre y entra una enfermera llevando ropa sucia. Hola Oscarm ¿quieres pasar?. Oscar deja pasar a la emfermera, luego entra a la habitacion, donde hay dos personas. En la cama de la esquina esta la Sra. T, que duerme en una posición fetal. Su cuerpo esta delgado y destruído por el cáncer de mama que la está consumiendo. A su lado esta su hija, que saluda a su visitante. Hola Oscar, ¿como estás?
Oscar ignora a la mujer y salta a la cama. Observa a la Sra. T. Ella está claramente en la fase terminal de su enfermedad. Su examen se interrumpe cuando entra una enfermera para preguntar a la hija si su madre necesita mas morfina. La mujer le indica que no, y la enfermera deja la habitación. Oscar huele el aire, le da un vistazo final a la Sra. T., y entonces
salta de la cama y deja la habitación. No será hoy.
Continuando su camino por el pasillo, Oscar llega a la habitación 313. La puerta está abierta, asi que entra. La Sra. K está reposando en su cama, su respiración es estable, pero ahogada. Está rodeada de fotos de sus nietos y de su día de boda. A pesar de estos recuerdos, está sola.
Oscar salta a su cama y de nuevo huele el aire. Se detiene a considerar la situación, entonces da un par de vueltas sobre si mismo hasta de acostarse hecho un ovillo al lado de la Sra. K.

Pasa una hora. Oscar espera. Una enfermera entra la habitación para ver el estado de su paciente, y nota la presencia de Oscar. Preocupada, abandona la habitación y regresa a su estación. Mirá el estado del paciente y comienza a hacer llamadas de telefono.

En media hora la familia comienza a llegar. Se traen sillas a la habitación, donde los parientes comienzan su vigilia. Se llama a un sacerdote. Oscar no se mueve de su lugar, y continúa ronroneando al paciente. Un nieto pregunta a su madre "¿Que está haciendo el gato aqui?".
La madre, conteniendo las lágrimas, le dice: "Está ayudando la abuela a llegar al cielo". Veinte minutos mas tarde, la Sra. K expira. Entonces Oscar observa a su alrededor, y se retira tan sigilosamente que la familia no lo nota.

En su camino a la zona de recepción, Oscar pasa cerca de una placa colocada en la pared que dice. "Por su trabajo de compasión en el hospitla, esta placa está decida al gato Oscar"

Oscar toma un sorbo de agua y vuelve a su escritorio para domir. Su día de trabajo terminó. Hoy no habra mas muertes, no en la habitación 310 o en cualquier habitación del ala. Despues de todo, nadie muere en el piso tres sin que Oscar lo visite y se quede un tiempo.

Nota explicatoria: Desde que fue adoptado como un cachorro por miembros del personal, Oscar muestra una habilidad innata para predecir la muerte de un residente. Hasta el momento, ha predicho la muerte de mas de 25 residentes en la planta tercer del Steer House Nursing and
Rehabilitation Center in Providence, Rodhe Island (EE.UU.). Su presencia en la cama se ve por doctores y enfermeras como un indicador casi seguro de una muerte inminente, permitiendo al personal notificar a las familias. Oscar tambien ha provisto compañia a aquellos
que hubieran muerto solos. Por su trabajo, es respetado por los medicos y personal en el hospital, y por las familias de los residentes a los que sirve.

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